Sé que estoy viviendo en mi mundo de fantasía, escondida de la verdad y que no veo lo que debería ver. Distorsiono la realidad con mis ojos y hago de esto un sueño, como si estuviera durmiendo. Sé que nada de esto es verdad y que mi imaginación se convierte en la narradora. Nada es como yo quisiera, entonces ella lo disfraza y vivo en esta pequeña tajada de aire en la que aunque sé que me voy a ahogar pronto permanezco intentando hacerla el mundo completo.
Son noches en que me escapo, en que corro en el medio de la nada sin necesidad de toda la carga que me confieren. No tengo una razón no busco tenerla: sólo soy feliz porque soy quien quiero ser y el mundo es como quiero que sea. A través de la ventana la realidad intenta asomarse pero le cierro las cortinas. No quiero volver, porque sé que sufriré otra vez, y tampoco puedo quedarme.
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